LA MULA


Romeo medranda aun no cruzaba los 20 años cierta noche, estaba con un amigo que apodaban “chuma”, en una de las bancas principal de EL Charco. Era menguante y serian las cuatro d la madrugada.

Habían participado en una fiesta de muchachos y cansados de tanti bailar, Romeo y “chuma”, decidieron esperar el alba en la plaza.
-¡mira!

Grito “chuma”, exhaltado, señalando hacia el palo de mango, que se levanta en un extremo del parque, y enseguida arranco a correr.

Romeo quedo solo y ensimismado. a menos de 40 metros, la figura de un mula se dirigía a el lentamente; alrededor de su cuello colgaba un collar que resplandecía y uno ojos rojizos
Romeo estaba petrificado, no entendía el cuadro que se le presentaba. Cuando el cuadrúpedo estuvo a uno seis metros, reacciono, recordó que en esos entornos del país no hay animales de esas especie . se levanto y sin vacilación alguna emprendió veloz carrera. Pero en vez de irse por la calle, se metió entre dos casa, en medio de las cuales había una acequia y hasta allí llego, cayendo pesadamente dentro de ella. El animal se acercaba y romeo estaba aprisionado entre palos que habían en el pequeño canal, la desesperación por liberarse se apoderaba de el a cada instante. La mula la sintió a tres metros, a dos, a tino y de pronto estaba allí, sobre su humanidad.

Como si tuviera inteligencia humana, la mula coloco las patas traseras a lado u alado de la sequia y con las delanteras se proponía a agarrar al adolescente. En ese instante, romeo pudo zafarse de lo que lo aprisionaba, prosiguiendo su alocada carrera y fue tanta la fuerza psicológica que le dio el miedo que salto un muro de dos metros que se le interponía.

Atrás la bestia lo seguía, pero romeo no estaba interesado en mirar a sus espaldas.

Exhaustado, a cuadra y media, llego al matadero municipal, donde ya estaban los primeros clientes. Con voz entrecortada trato de explicar lo que le acontecía, los mayores lo rodearon y lo serenaron dándole de beber agua.

-Mírenla allí esta, dijo de pronto, apuntando hacia la esquina
-a quien, pregunto el carnicero.
-alli esta, es una mula, grito con desconsuelo romeo, y asi lo hizo con insistencia

No comprendio que era el único que miraba la visión y que la misma era vedada a los demás.

Inesperadamente, los ojos y la boca del muchacho se abrieron desorbitados.

El cuadrúpedo se levanto sobre las patas traseras, alzo las delanteras, los ojos le chispeaban y lo que paso en fracción de segundos, fue para romeo el misterio d su vida.

El animal se transfiguro, ya no vio mula alguna, sino a una mujerque se dirigió hacia el matadero. Al acercarse todos comprobaron que eran la “cogenflores”, una dama entrada en años, que aconstumbraba andar con flores en la cabeza.

Romeo la acuso repetidamente que era una “mula”. Ella sonriente, lo negó y los adultos sonreían, por tan tamaña imaginación.

Con los días, la extraña mujer aprovechaba cualquier momento para desafiar a pelear a romeo, a media noche, en el lugar que quisiera. Nunca le acepto el desafio
La ultima vez que romeo se le enfrento a la “cogenflores”, fue una noche en que esta lo espero frente a su casa. La mujer lo cojio de la muñeca, el joven sintió una brutal fuerza, superior a la suya. Como pudo se desembrazo de ella, corrió, abrió la puerta de su casa, la cerro de un portazo y enseguida un  descomunal puñetazo, desde afuera hizo estremecer las tablas y bisagras del portón.

Por lo visto, la “cogenflores” no era mujer normal,algo diabólico la poseía.

Para romeo y muchos habitantes del litoral recondito, la mula es una mujer que ha hecho o hace vida marital con un sacerdote y su condena es vagar en las noches en figura de mula.

Descubrirla es fácil, durante el dia tiene la cabeza vendada con una toalla.    

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